Así es la fábrica de ataúdes "ecológicos" que opera en Cali
A nivel general, cada vez son más numerosas las empresas que fabrican ataúdes ecológicos con materiales naturales que se descomponen sin dejar residuos contaminantes.
Ataúdes ecológicos versus la cremación y los ataúdes de madera
El proceso de entierro de un ser humano genera grandes residuos contaminantes que incluyen desde la cantidad de madera necesaria para la fabricación de ataúdes hasta el barniz que se utiliza para lograr el brillo requerido. Sin embargo, los ataúdes no son los únicos causantes de tóxicos sino que también la cremación genera emisiones de gases producidos por los materiales utilizados para la construcción del ataúd. Esto se ve aún más profundizado por la milenaria práctica de arrojar las urnas con las cenizas al mar.
Los ataúdes ecológicos se pueden quemar junto con el cuerpo si la familia opta por incinerarlo exigiendo un menor tiempo de incineración y empleando la mitad de gas que los ataúdes tradicionales. En el caso de que se decida realizar el entierro, debido a sus componentes estos ataúdes se desintegran en unos pocos meses. La cantidad de árboles necesarios para realizar un ataúd convencional permite fabricar 100 ataúdes de cartón reciclable.
Modelos de ataúdes ecológicos
Si bien existen diversos modelos y materiales de este tipo de ataúdes como los fabricados con mimbre o un ataúd en forma de vaina que, junto a su contenido genera vida en la tierra, la compañía argentina Restbox ha logrado posicionarse fuertemente en el mercado funerario mediante la venta y distribución de ataúdes biodegradables realizados en un 70% con cartón reciclado y 30% con celulosa.
En Cali la industria de los cofres fúnebres tiene su lado ecológico. Uno que se moldea con bagazo de caña, fique de cabuya y cascarilla de arroz. Se trata de los ataúdes ecológicos de Guillermo Castillo, quien asegura que los elabora sin talar un solo árbol.
Cinco kilos de material se necesitan para construir la caja mortuoria. Es un trabajo meramente artesanal, donde la maquinaria eléctrica no es necesaria. Solo se trata de verter sobre un molde la sustancia, fundir, esculpir y listo. Pese a su tamaño, el cofre fúnebre es rígido y la fuerza de un brazo basta para alzarlo.
Dice que cada caja puede soportar hasta 250 kilos de peso, suficientes para contener hasta al más pesado de los humanos. Guillermo Castillo recorrió Francia, España y Portugal aprendiendo más sobre el uso de esos materiales y con la idea ya moldeada retornó a Colombia. A la fecha, sostiene, ha construido 5000 de estas cajas mortuorias. Sin decir nombres, asegura que inclusive ha tenido pedidos desde la Costa Atlántica donde su producto es muy apetecido por juglares de la música vallenato.
Resulta que la fibra permite moldear figuras religiosas en la tapa de estos ataúdes en corto tiempo y esto les atrae mucho a los clientes de esta zona del país. Estas figuras salen de un molde donde se vierte el material, posteriormente se pule con lija en mano y se pinta si es necesario. A golpe de ojo se podría jurar que se trata de madera tallada, pero no es así. También varios de estas cajas mortuorias tienen en sus tapas escudos de equipos de fútbol como el Deportivo Cali, Atlético Nacional y América.
Algunos dicen que no es de buen gusto hacer figuras en los ataúdes pero otros están muy de acuerdo con esta idea, así que con esta nueva iniciativa solo falta esperar para ver si es tan bien acogida como lo es en otros países
Fuente: Proambiental