Quien fuera ministra de Educación durante el mandato del expresidente Álvaro Uribe y secretaria de Educación de Bogotá en las administraciones de Enrique Peñalosa y Antanas Mockus
Habla desde la academia y no desde el gobierno. La funcionaria estrella de la era Uribe reconoce el crecimiento de Colombia en el orden educativo mundial y la evolución de los movimientos estudiantiles. También se refiere a los tres grandes temas de debate: la gratuidad de la educación, su financiación y la autonomía universitaria.
Cecilia María Vélez: Me siento cómoda, no es muy distinto. En el Ministerio de Educación representaba los intereses de la sociedad colombiana. En la rectoría de la Tadeo representaré los intereses de una comunidad. Es un servicio público. Aunque las cosas cambien de ser ministro a ser rector de una universidad privada, es una responsabilidad colectiva similar.
Después de la Constitución del 91 el país armó un marco institucional para la educación superior que aunque necesita muchos ajustes, para mí sigue siendo válido. La autonomía de las universidades y los procesos de supervisión de los organismos que velan por la calidad son ideas que se fueron consolidando en estos 20 años y han dado buenos resultados. Por eso, son puntos a defender. Tienen que entrar en la discusión porque creo que hay consenso en la bondad de estos esquemas.
En la primera década de la Constitución se vio una explosión de universidades de todo tipo, de mala y buena calidad. En la década del 2000 empezamos a enfrentar los problemas de calidad y creo que hemos avanzado mucho.
Hay que discutir, pero no dejar politizar la discusión, como siento que ha ocurrido. La discusión de la reforma debe permitir una gran confrontación de ideas. Se trata de que nos pongamos de acuerdo en consensos básicos, pero no en todo, porque hay muchas posiciones.
Deberíamos seguir consolidando un proceso que comenzó en la Constitución. No hay necesidad de hacer grandes rupturas frente a ese modelo.
Siempre he defendido el principio constitucional de que el problema de los costos no debe ser una barrera de entrada, pero nunca he pensado que quienes pueden pagar no paguen. Quienes pueden pagar, deben pagar. Porque esos recursos van a mejorar la calidad educativa. Se trata de ser más redistributivos. La igualdad es tratarlos a todos de acuerdo a sus capacidades.
Las donaciones que ha tenido la Universidad Nacional han sido maravillosas y han servido para mejorar los niveles de calidad de la universidad y no han afectado la autonomía.
Los estudiantes no deberían estar nunca cerrados. Una señal de madurez e inteligencia es no estar cerrados. Tienen que ver distintas posibilidades. No se puede pensar que su posición prevalezca frente a todos los grupos sociales.
Esas afirmaciones dogmáticas como 'la privatización de la educación' se superan con una discusión pluralista.