Millonarios proyectos se están llevando a cabo en ciudades colombianas.
A orillas de los ríos Magdalena, Medellín, Cali y Sinú, seis ciudades tomaron la decisión de crecer de la mano de los afluentes que las han bañado desde siempre. Los proyectos más ambiciosos fueron iniciados en Barranquilla, sobre los planos en la capital antioqueña.
En cada una de estas ciudades, las administraciones invertirán montos que alcanzan el medio billón de pesos con el objetivo de transformar urbanísticamente las riberas del Magdalena y el Medellín.
Las administraciones de Cali, Montería, Barrancabermeja y Neiva también planean millonarias inversiones para crear nuevos espacios públicos en las inmediaciones de sus principales afluentes. En su mayoría la ejecución de estas obras son una apuesta por nuevos espacios para la comunidad, que buscan motivar la inversión inmobiliaria de cara a los ríos, y empujar el desarrollo económico.
“La nueva visión de ciudad nos obliga a prepararnos a ser el gran centro de servicios logísticos del país. El río está jugando un gran papel en nuestra economía, y al mismo tiempo lo estamos recuperando desde el punto de vista urbano”.
Actualmente, existe una tendencia mundial a través de la cual las ciudades invierten para recuperar la calidad de sus afluentes y mejorar sus entornos. Por otro lado, al invertir en los cuerpos de agua y sus entornos se aumenta la calidad de vida, y se proporciona ambientes sanos.